“Mientras un colombiano se parte el lomo por $1.400.000, un preso le cuesta al país $2.700.000 al mes”
Con tono firme, Pipe Córdoba, pidió ponerle orden al sistema carcelario del país. “Necesitamos disciplina, y eso no significa maltrato ni tortura —dijo—, pero no podemos seguir permitiendo que los presos sigan delinquiendo desde las cárceles”. Aseguró que llegó la hora de que las personas privadas de la libertad realmente se resocialicen y aporten al país, trabajando y produciendo. “El mensaje hoy es injusto: un colombiano que trabaja de sol a sol gana $1.400.000, mientras un preso cuesta $2.700.000 al mes. Eso no tiene sentido”, sentenció. Su llamado fue claro: ni abuso ni impunidad, pero sí orden, trabajo y responsabilidad dentro de las cárceles, para que el sistema deje de ser una carga y empiece a ser parte de la solución.